
El pasado jueves celebramos en el Congreso de los Diputados un debate sobre medidas fiscales en medio de la crisis. Os contamos cómo fue el debate y os invitamos a verlo aquí a partir del minuto 17. El debte contó con la moderación de Rebeca Gimeno, de NIUS Diario, y la participación de Lucía Rodríguez, de la AIREF, que calificó la política fiscal de errática y defendió que debería diseñarse a medio plazo, Julio López Laborda, del comité de expertos nombrado por el Gobierno para la reforma fiscal, que analizó las propuestas del LIbro Blanco, y Juan Gimeno, de Economistas Sin Fronteras y de la Plataforma por la Justicia Fiscal, que manifestó que es necesario dejar de hablar de subir o bajar impuestos y empezar a reivindicar que se acaben con privilegios de grandes fortunas, grandes herencias y grandes empresas en materia fiscal. En una segunda mesa, participaron los diputados Ferrán Bel, del PDCAT, Patricia Blanquer, del PSOE, y Txema Guijarro, de Unidas Podemos, que debatieron sobre los avances y retos para mejorar el sistema fiscal y hacerlo más justo y suficiente.
Lucía Rodríguez, subdirectora de endeudamiento público de la AIREF, nos presentó los niveles de endeudamiento y superávit de los distintos países de la OCDE. En la mayoría hay déficit porque el gasto que se plantea y se ejecuta no se corresponde con un nivel de ingresos públicos equivalentes. Por eso existen reglas fiscales, argumentó, para tratar de contener este sesgo deficitario innato a la política fiscal. Este sesgo deficitario es un problema porque conduce al aumento de la deuda pública, explicó. Y esto limita la posibilidad de suavizar los shocks económicos. Cuanto mayor es la deuda pública mayor es el gasto para saldarla en detrimento de otros gastos, como redes de protección social. La AIREF ha estado reflexionando sobre cómo tiene que cambiar el mecanismo de reglas fiscales para acompañar el proceso de reducción de deuda pública que, sin ninguna duda, España va a tener que acometer. El nivel está ahora en 120% y nos coloca en una situación de mucha vulnerabilidad.
Es muy difícil saber antes de la aplicación de una ley que esta va a cumplir, como se exige, con cuatro de los indicadores de estabilidad fiscal diseñados por la UE o por el Gobierno, explicó. Dijo que en las reglas fiscales, hay uno que resulta políticamente vinculante y más relevante en el debate público, el que tiene más repercusión en la prensa, que es el déficit total de las administraciones públicas. Es la única variable, casualmente, sobre la que en España no hay regla, contó. El objetivo de déficit es una variable muy asentada en el debate público y tiene una conexión con la deuda muy inmediata, pero el problema es que si existe un objetivo de déficit que se piensa en una situación y cuando se ejecute el presupuesto la situación es peor tendrá que compensarse con medidas más restrictivas. Hay en todos los años una diferencia muy notable entre el tono de las medidas fiscales con el que se diseñaba el presupuesto y el tono que finalmente iba a resultar de ejecutar el presupuesto. Por eso, en la década anterior de la pandemia se cambió el objetivo de déficit en seis ocasiones. Como consecuencia de esto, apuntó, “el tono de la política fiscal estos años ha sido muy errático, impredecible y en muchas ocasiones inadecuado”. En este marco, AIREF cree que para disminuir la deuda pública es necesario que la política fiscal se planee a medio plazo, porque se ha ido cambiando el objetivo de déficit en el lapso de meses, y que a nivel europeo se adapten estas normas fiscales al contexto de cada país. Lucía Rodríguez concluyó reivindicando que las medidas para tratar el nivel de deuda sean más a medio plazo, transparentes y explícitas.
Julio López Laborda, miembro del Comité de Personas Expertas para la Reforma del Sistema Tributario habló del Libro Blanco de Reforma Fiscal, cuyo objetivo, señaló, no es un hachazo, sino asignar recursos, avanzar en que el sistema sea más justo y favorecer el crecimiento. En suma, resumió, se trata de conseguir un sistema fiscal sostenible. López Laborda explicó que existe una “brecha estructural entre ingresos y gastos que corre el riesgo de ensancharse”. Es necesario un proceso de consolidación fiscal que se puede llevar a cabo desde dos vías: aumentos de impuestos y reducciones de gastos. Recordó que “el Libro Blanco no propone aproximarse a la media de presión fiscal europea”. El experto contó que un estudio publicado en marzo por el Instituto de Estudios Económicos señalaba que España podía reducir 60.000 millones de euros en gasto público reduciendo aquel que es ineficiente. Sin embargo, López Laborda puso en duda esos datos, porque “España está por encima de la media de la UE en cuanto a eficiencia de gasto público”, de modo que, consideró, no hay mucho margen de mejora.
Para López Laborda, la mejora de la capacidad recaudatoria del sistema fiscal pasa por la imposición indirecta. Recordó que el Libro Blanco propone eliminar el IVA superreducido y reducido. Frente a los argumentos de que esta eliminación puede ser regresiva, porque el IVA superreducido se aplica a bienes de primera necesidad, el experto señaló que “esta reducción beneficia a todos” y por eso propuso poner un tipo único y favorecer con los fondos obtenidos a la población más desfavorecida vía prestaciones.
En el Libro Blanco, recordó, lo único que se defiende sobre los impuestos de sociedades, sucesiones y patrimonio es armonizarlos para evitar la competencia a la baja entre comunidades. Contó López Laborda que el sistema de impuestos y prestaciones reduce la desigualdad un 35%. El 60% de los hogares con menos renta se ven favorecidos por este sistema. Nos explicó que España es uno de los países con mayor desigualdad en Europa en renta de mercado e incluso después de impuestos y prestaciones. La imposición directa es muy progresiva pero de menor volumen recaudatoria. Frente a las voces que aseguran que si aumentan los impuestos indirectos la imposición será más regresiva, López Laborda defendió que el efecto redistributivo no solo de impuestos, sino también de prestaciones y concluyó afirmando que la consolidación fiscal favorecerá la equidad intergeneracional.
Juan Gimeno, compañero de la Plataforma por la Justicia Fiscal y de Economistas sin Fronteras, comenzó su intervención subrayando que hay déficits urgentes que van a tender a agravarse e hizo hincapié en que, más allá del fiscal, “tenemos un déficit social”, por la existencia de servicios públicos precarizados. Quiso explicar qué entendemos por justicia fiscal: recaudación tributaria progresiva y suficiente para asegurar los derechos básicos de la ciudadanía. Por eso, consideró que “subir o bajar impuestos es un debate absurdo, los impuestos son la garantía de nuestros derechos. Necesitamos recursos suficientes. Diseñemos q sociedad queremos y construyamos un sistema fiscal que lo haga posible”.
En su opinión, el sistema tributario español no es progresivo ni equitativo, porque recauda por consumo, hay exenciones fiscales de escasa justificación, la lucha contra el fraude y evasión no tiene muchos recursos… Las propuestas de la Plataforma por la Justicia Fiscal para mejorar nuestro sistema fiscal pasa por aumentar la plantilla de AEAT, evaluar el fraude fiscal, realizar campañas de sensibilización sobre la importancia de los impuestos, introducir este tema en los currículos escolares, como ya hace la LOMLOE y mejoras en el gasto. Pero uno de los pasos más importantes es la revisión profunda de bonificaciones fiscales. “No se trata de subir impuestos, sino de suprimir privilegios”, privilegios que tienen defraudadores frente a contribuyentes responsables, rentas de capital frente a rentas de trabajo, grandes empresas frente a las pymes, transacciones financieras frente al resto de transacciones y las grandes herencias frente a la mayoría de la ciudadanía. Además, recordó, el siglo XXI exige adaptarse a las empresas globales y digitales y la imposición verde. Es necesario tomar medidas supranacionales para ser eficaces. La justicia fiscal es gastar bien y recaudar bien. Sin ingresos suficientes, los servicios serán de peor calidad, subrayó, y quiso acabar con el mito de que reduciendo impuestos aumenta la recaudación. No hay que reducir ingresos, defendió, hay que elevar el gasto Concluyó Juan Gimeno insistiendo en que no se trata de bajar impuestos o subirlos, es eliminar privilegios. Sin demora, como dice FMI y BM…

Ferrán Bel, del PDCAT, al ser preguntado por lo que su partido ha hecho para reclamar la implementación real de la Ley contra el Fraude, dijo que pidieron la comparecencia al secretario de Estado de Hacienda para saber por qué no se ha avanzado tras la ley. En cuanto a la LOMLOE, quiso dejar claro que su partido apoyó estas medidas sobre fiscalidad en las escuelas no están en el Gobierno de Cataluña. Quiso concluir señalando que no es realista plantear que se reduzca el gasto público, si bien hay cierto margen para la eficiencia. Por lo tanto, la salida a este déficit fiscal pasa, en su opinión, por incrementar la recaudación y la lucha contra el fraude fiscal.
Txema Guijarro, de Unidas Podemos, señaló que es muy difícil hablar de fiscalidad en serio en el Congreso. Una parte de la derecha española ha renunciado a esto. Falta mucho por hacer y el Ministerio de Hacienda, lamentó, no ha explicado por qué no ha puesto en marcha estas medidas “pero les hemos trasladado una sensación de urgencia que no terminan de escuchar”. Reconoció que su grupo parlamentario presentó una propuesta de ley para grabar a los ricos pero sabían que no iba a salir, su objetivo era poner el debate sobre la mesa. Se mostró muy partidario de aumentar el personal y recordó que cada persona adicional trabajando en la Agencia Tributaria aporta 600.000 euros adicionales al erario público.
Patricia Blanquer, del PSOE, señaló que sí ha habido avances en estos tiempos, porque se han llevado a cabo medidas necesarias para los que menos tienen. Expuso que la plantilla de la AEAT se redujo muchísimo con el Gobierno del PP, hubo tasas de reposición nulas. Defendió que con el cambio de Gobierno se hizo un plan estratégico para incrementar la plantilla. En enero se presentaron medidas para incrementar la plantilla y se ha presentado una oferta de empleo para reponer personal. Consideró que no se va a solucionar todo con impuestos nuevos. Y manifestó que su grupo parlamentario no está quieto, recordando que se ha establecido un impuesto mínimo de sociedades al 15%
Frente a la pregunta de Rebeca Gimeno, la moderadora, sobre si su grupo parlamentario defiende reducir el gasto público o aumentar la recaudación, Txema Guijarro, de UP, defendió un aumento de la recaudación. Quiso subrayar que debería haber más imposición directa y a grandes fortunas sobre todo. Nos contó que la pandemia ha supuesto 80.000 millones de euros adicionales que han agrandado la brecha gastos e ingresos. “El COVID nos ha enseñado que o el Estado o nada para reducir estos desequilibrios”. Lamentó que estaban a la espera de una reforma profunda tras la publicación del Libro Blanco, pero en ese momento estalló la guerra y no se ha hecho nada.
Patricia Blanquer contó que en Europa ya se ha advertido a España de que nuestro tipo de IVA efectivo es más bajo. Creyó que es necesario convencer a la ciudadanía de que hacen falta mejores impuestos
Juan Gimeno cerró el acto agradeciendo su presencia a expertos, diputados y público, lamentó que el represante del PP excusara su presencia ese mismo día y quiso dejar claro que en el Libro Blanco queda de manifiesto la preocupación por la redistribución de la riqueza vía impuestos.